Espacios de Trabajo: funcionalidad, eficiencia y bienestar
En la última década, los espacios de trabajo se han visto afectados por una revolución real, un preludio al nacimiento de una nueva generación de oficinas: la «Oficina Inteligente».
Observando este fenómeno desde fuera, uno se da cuenta de que en muchas compañías el ambiente de trabajo tiende a convertirse gradualmente en una especie de extensión de las personas que pasan la mayor parte del día allí: el objetivo es satisfacer las necesidades de funcionalidad y eficiencia requerido por una nueva forma de trabajar, pero también para satisfacer el deseo de vivir en un ambiente de trabajo acogedor, agradable y estimulante.
Para comprender este cambio es necesario darse cuenta de que antes los espacios de trabajo y las propias empresas eran más jerárquicas.
En este contexto, las tareas del trabajador están menos «esquematizadas»: trabajar significa poder administrar mejor sus recursos y su tiempo para lograr los resultados esperados.
No hace falta decir que los espacios destinados a acomodar el trabajo deben adaptarse a la realidad de la nueva empresa, en una lógica «inteligente».
No hace falta decir que los espacios destinados a acomodar el trabajo deben adaptarse a la realidad de la nueva empresa, en una lógica «inteligente».


Qué tener en cuenta al diseñar una Oficina Inteligente
Diseñar una Oficina Inteligente significa planificar una acción multinivel, redefinir el significado de los espacios para el trabajo y la lógica con la que se conciben.
En esta nueva forma, debemos considerar, por ejemplo, la necesidad de personalización, flexibilidad, multifuncionalidad, integración tecnológica, acústica, automatización y la preparación de espacios con nuevos propósitos (como el bienestar y la hospitalidad).
«La definición de la oficina inteligente ha coincidido con un proceso de separación de la rigidez de cierta superestructura espacial: ya no había ninguna necesidad de estar vinculado a la inflexibilidad de su espacio de trabajo, con teléfono, ordenador y otros equipos, ya que gracias a la posibilidad para acceder a la información libremente y en todas partes las condiciones se han creado para trabajar de manera diferente. Como resultado, se han creado entornos de naturaleza completamente diferente, porque los seres humanos que son, de hecho, los «terminales» de la información necesaria para trabajar, pueden encontrarse a sí mismos y moverse por todas partes. Inteligente significa inteligente, y por lo tanto es un concepto vinculado a la flexibilidad, la capacidad de responder de manera eficiente a las diversas y multiformes necesidades de los seres humanos «. Antonio Gioli, GBPA Architects

La evolución de las oficina: sistema abierto y multifuncional
En términos de arquitectura, las oficinas están cambiando poco a poco. La antigua norma – que proporcionó una clara distinción entre las áreas operativas, escritorio, cubículo, salas de reuniones, oficinas ejecutivas de gran tamaño – están dando paso a un sistema más abierto y multifuncional.
Actualmente existen diferentes soluciones de mobiliario que se adaptan bien a formas de uso individuales, duales o múltiples. Por ejemplo:
- Mesas de reuniones que se pueden convertir en espacio de trabajo operativos individual.
- Salas de estar adecuadas también para el trabajo en equipo de una manera más informal.
- Áreas acústicamente aisladas, que se pueden usar tanto para reuniones como para trabajos individuales con la concentración máxima.
Del uso individual al uso compartido de escritorios
Otro aspecto recurrente en la transición a la oficina inteligente es la preparación para el uso compartido de escritorios: con el objetivo de reducir costos y reducir el espacio utilizado, muchas empresas eligen abandonar la práctica de asignar un escritorio personal.
Los empleados diariariamente llegan al trabajo, recuperan el portátil de su casillero y se dirigen a uno de los entornos dedicados a las actividades que tendrán que realizar durante el día.
Las fortalezas del uso compartido de escritorio incluyen una mayor flexibilidad para que los empleados elijan su ubicación.
En esta perspectiva, los escritorios no están dedicados a una sola persona, llenos de documentos y artículos personales. En un espacio de trabajo inteligente, compartir fomenta la colaboración. Y los empleados tienen la libertad de moverse eligiendo dónde y cómo trabajar.
Durante demasiado tiempo, la oficina se concibió como un lugar estático, donde el trabajador se vio obligado a pasar su tiempo: la llegada de las nuevas tecnologías permite a las personas hacer su trabajo incluso en movimiento, reduciendo el espacio de la oficina a un » Punto de contacto «, un lugar de paso donde los trabajadores sienten la necesidad de ir, recargarse, reunirse y concentrarse sabiendo que pueden ser más creativos y productivos.